timidez, vergüenza, rebeldía, hipersensibilidad
En muchos de ellos, sin embargo, hay una nota distintiva: una especial dificultad para establecer relaciones interpersonales. Esta manifestación puede ser de escasa importancia (un modo de defenderse en situaciones de conflicto) o de mucha (esquizofrenia, autismo, etc.).
Es especialmente frecuente y sin connotaciones psicopatológicas entre los 5 y los 7 años de edad.
En otros casos la reacción de aislamiento responde a factores ambientales que son difícilmente asumibles por el niño (cambio de ciudad, muerte de un progenitor, etc.).
Los rasgos que caracterizan al niño aislado son: bajo nivel de actividad, comportamiento de evitación y de rechazo estimular, intolerancia a la ambigüedad y a la innovación estimular, alta emisión de respuestas negativas y tendencia al aislamiento.
En el fondo subyace la dificultad para adaptarse a cualquier nueva situación. En otras situaciones es frecuente la presencia de enfermedades físicas y psíquicas entre sus familiares o la persistencia de conflictos conyugales, la incomunicación o las manifestaciones de inhibición, frialdad y aislamiento entre sus progenitores y hacia él.
autoras:
ANA MARÍA CHICA (Estudiantes de atención ala primera infancia)
YULIANA CASTAÑEDA
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